¿Por qué se dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7)?
Se afirma siete veces en el libro de Apocalipsis que tenemos que oír lo que el Espíritu dice a las iglesias.
El Apocalipsis profetiza: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias" (Apocalipsis 2:17). ¿Saben todos que este verso aparece siete veces en él? Así que es importante. ¿Por qué, entonces, necesitamos escuchar lo que dice el Espíritu Santo a las iglesias? ¿Cómo se relaciona esto con nuestro recibimiento al Señor en los últimos días?
Dios dice: "'El que puede oír, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias'. ¿Habéis oído ahora las palabras del Espíritu Santo? Las palabras de Dios han venido sobre vosotros. ¿Las oís? Dios realiza la obra de la palabra en los últimos días y tales palabras son las del Espíritu Santo, porque Dios es el Espíritu Santo y también puede hacerse carne; por tanto, las palabras del Espíritu Santo, tal como se hablaron en el pasado, son las palabras del Dios encarnado hoy. Hay muchos hombres absurdos que creen que las palabras del Espíritu Santo deberían descender de los cielos a los oídos del hombre. Cualquiera que piense de esta forma no conoce la obra de Dios. En verdad, las declaraciones habladas por el Espíritu Santo son las habladas por Dios hecho carne. El Espíritu Santo no puede hablar directamente al hombre, y Jehová tampoco habló directamente a todo el pueblo, ni siquiera en la Era de la Ley. ¿Acaso no sería bastante menos probable que lo hiciera en esta era actual? Para que Dios haga declaraciones para llevar a cabo la obra, Él debe hacerse carne, o de lo contrario Su obra no conseguirá Su objetivo. Los que rechazan a Dios hecho carne son los que no conocen el Espíritu ni los principios por los que Dios obra. Los que creen que ahora es la era del Espíritu Santo, pero no aceptan Su nueva obra, son aquellos que viven en una fe vaga. Ese tipo de hombres nunca recibirá la obra del Espíritu Santo. Los que sólo desean que el Espíritu Santo hable y realice Su obra directamente, pero no aceptan las palabras o la obra del Dios encarnado, ¡nunca serán capaces de entrar en la nueva era ni de recibir la salvación completa de Dios!" ( "La Palabra manifestada en carne" ).
De la Palabra de Dios, vemos que las palabras del Espíritu Santo son las del Dios encarnado de los últimos días, y que Dios se hará carne y nos hablará para purificarnos y salvarnos. Así que solo si nos concentramos en escuchar las palabras del Dios encarnado de los últimos días, podremos tener la oportunidad de acoger al Señor y ser salvados por Dios!
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